Las legislaciones locales dificultan y criminalizan el procedimiento
El aborto sigue siendo un tabú alrededor del mundo; la américa latina no es una excepción. Con preceptos religiosos, machistas y patriarcales, la mayor parte de la sociedad latinoamericana está en contra del procedimiento. Así, el aborto es generalmente criminalizado, y las mujeres quedan a merced de las legislaciones. Recordando que la lucha por el aborto es una cuestión de salud para las mujeres, y la decisión de continuar o no la gestación debe corresponder a ellas, no al estado.
Avances han sido vistos alrededor de América Latina en los últimos años. En Chile, el aborto fue descriminalizado en caso de riesgo de vida de la madre, violación o inviabilidad fetal. Donde, según datos divulgados por El País, 700 mil mujeres abortan anualmente en el país.
En Bolivia, se aprobó una ley que permite la solicitud de aborto en caso de violación, embarazo en la adolescencia, estudiantes y mujeres que cuidan a los ancianos.
Brasil sigue retrocediendo en la cuestión. La cámara de los diputados votó en la inclusión de la Constitución que la vida, se empieza en el acto de la concepción. De esta forma, el aborto es criminalizado incluso en caso de violación. En Argentina el procedimiento también es criminalizado.
Las estimaciones apuntan que el número ilegal de abortos realizados en sólo cuatro países supera la marca de 2 millones de procedimientos (Brasil 1 millón, Argentina 500 mil, Colombia 400 mil y Chile 160 mil), según El País. Es bueno recordar que luchar por el aborto seguro y legal es una lucha por la vida de las mujeres. Según datos divulgados en 2012 por la OMS (Organización Mundial de la Salud), cada año mueren 70.000 mujeres víctimas de abortos inseguros. La ilegalidad hace que los procedimientos se realicen en lugares precarios y procedimientos inseguros.